miércoles, 19 de abril de 2017

Myolastan, en el punto de mira de las autoridades

A petición de las autoridades francesas, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha puesto en marcha un procedimiento para revisar la seguridad de un popular relajante muscular, Myolastan, y todos los fármacos de esta misma familia que contengan tetrazepam.
La decisión de las autoridades comunitarias se produce después de que la Agencia gala del Medicamento detectase un elevado número de problemas cutáneos entre los usuarios de este medicamento, que se comercializa también en España nada menos que desde el año 1978.
Tetrazepam forma parte de una familia de medicamentos denominada benzodiazepinas, que actúan sobre el sistema nervioso central. Su nombre comercial más conocido es Myolastan (Sanofi Aventis), indicado para contracturas musculares dolorosas, tortícolis, lumbalgias, afecciones traumatológicas...
Según informa el diario 'Le Monde', la Agencia francesa del Medicamento (ANSM, según sus siglas originales) habría detectado desde 1969 más de 1.600 efectos adversos provocados por este relajante muscular. En total, 648 de esas notificaciones serían de carácter grave (incluidos 11 fallecimientos) y 805 están relacionadas con problemas cutáneos. Sólo en 2010 consumieron Myolastan más de tres millones de pacientes franceses; por lo que el comité francés de farmacovigilancia reconoce que las reacciones son "raras, pero muy graves". Suficientemente graves como para solicitar a la EMA la retirada del producto del mercado.
Como señala la EMA en un comunicado, el tetrazepam (que se toma por vía oral en forma de pastillas) podría estar relacionado con una serie de reacciones cutáneas graves, que van desde del llamado síndrome de Stevens Johnson (un eritema grave que afecta a la piel y a las mucosas, causando vesículas, úlceras y otras lesiones), la necrosis tóxica epidérmica (que puede generar la pérdida del 10-30% de la epidermis junto con la aparición de ampollas y otros síntomas que van desde la fiebre al dolor articular) y otras reacciones dermatológicas severas.
Por este motivo, la agencia comunitaria ha abierto un periodo de consultas con todos los países donde el medicamento se comercializa (incluido España), asociaciones de pacientes y especialistas para que notifiquen toda la información posible antes de tome una decisión.
En este sentido, fuentes del Ministerio de Sanidad han aclarado a ELMUNDO.es que se trata de "un procedimiento de arbitraje para revisar la relación beneficio-riesgo" e insisten en que los pacientes que estén tomando el medicamento pueden seguir haciéndolo con normalidad hasta que la EMA revise toda la información disponible y tome una decisión en los próximos meses.
De momento, el medicamento está sólo bajo revisión, no se ha retirado del mercado, aunque las autoridades galas sí han pedido a la EMA que revise su perfil de riesgo-beneficio y suspenda su autorización.
En el análisis preliminar de la EMA se indica que de los seis países en los que se comercializa el medicamento "la exposición es especialmente elevada en España"; seguida, "a menor nivel, de Francia y Alemania". De hecho, desde que la sanidad pública gala dejó de financiar el fármaco en 2011, su consumo en aquel país ha descendido un 36% (2,6 millones de pacientes lo tomaron en 2011).

La Agencia Europea del Medicamento suspende el uso del antidiabético Avandia

El Comité para Productos Médicos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha suspendido el uso del antidiabético Avandia porque "sus beneficios ya no superan a sus riesgos". Ahora, esta recomendación se comunicará a la Comisión Europea y, de ser aprobada, "podría estar fuera del mercado europeo en pocas semanas".
Por su parte, la FDA (agencia estadounidense del medicamento) ha anunciado que restringirá el fármaco y sólo lo permitirá en pacientes con diabetes tipo 2 que no pueden controlar su enfermedad con ninguna otra medicación. Además, ha exigido la realización de una revisión independiente sobre esta terapia.
"Tanto la EMA como la FDA hemos llegado a las mismas conclusiones sobre el riesgo pero no sobre la forma de afrontarlo: las legislaciones son distintas, los sistemas sanitarios también...", ha declarado Hans-Georg Eichler, portavoz y jefe de médico del CHMP.
La decisión de la EMA es una respuesta a los datos que indican que Avandia aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares y de ataques al corazón. Una resolución que llega 10 diez años después del inicio de este fármaco. "Es el tiempo que hemos necesitado para acumular la suficiente evidencia [...] La biología humana es muy compleja y nadie tiene la culpa de ello", ha explicado Hans-Georg Eichler, en conferencia telefónica.
Asimismo, Eichler ha indicado que en el caso de Avandia el efecto secundario que se ha estado estudiando, los episodios cardiacos, ya de por sí está bastante presente en los pacientes diabéticos: "Esto dificultó el saber si se trataba de una consecuencia directa del fármaco o no".
Ante la suspensión de la licencia para vender el fármaco en la UE, GSK, en palabras de Ellen Strahlman, directora médica de la compañía, ha declarado que están "haciendo un gran esfuerzo para asegurarnos que los médicos en Europa y EEUU dispongan de toda la información que necesiten para entender cómo le afectan estas decisiones a ellos y a sus pacientes". En esta misma línea, el CHMP ha subrayado que "no creen que desde GSK se estén ocultando datos".
Esta polémica comenzó en 2007, con la publicación de un estudio que advertía de los citados peligros. Desde entonces, varias investigaciones independientes han confirmado el incremento del riesgo cardiovascular mientras que los estudios aportados por la compañía lo desmentían.
La propuesta de suspensión también afecta a otros dos medicamentos que contienen el mismo principio activo que Avandia (rosiglitazona): Avandamet y Avaglim, de la misma firma.

Su uso en España

Según la agencia española del medicamento (AEMPS), "en la actualidad entre 60.000 y 80.000 pacientes están en tratamiento con alguno de estos tres medicamentos. Esto supone una pequeña proporción dentro de total de pacientes que utilizan antidiabéticos orales en España".
La AEMS destaca, además, que los pacientes no deben interrumpir "el tratamiento con rosiglitazona sin el correspondiente asesoramiento médico".
Aunque la recomendación parece bastante férrea, y todo parece indicar que la UE simplemente la reafirmará, el CHMP ha querido aclarar que "GSK podría darle la vuelta a esta situación si presenta datos lo suficientemente contundentes" y que avalen la seguridad de su producto.
Avandia, que llegó a ser el segundo producto más vendido de la farmacéutica GSK, se utiliza en pacientes con diabetes tipo 2 para controlar los niveles de glucosa en sangre. Actualmente, hay en el mercado una docena de productos con efectos similares a los que pueden recurrir los pacientes. Según ha destacado en un comunicado, "GSK dejará de promocionar Avandia en todos los países en los que está presente".

Vioxx, relacionado con hasta 140.000 muertes e infartos

El moderno antiinflamatorio Vioxx (rofecoxib) puede haber ocasionado entre 88.000 y 140.000 problemas cardiacos tan sólo en EEUU, según desvela un estudio en 'The Lancet'. El trabajo triplica el número de eventos cardiovasculares que inicialmente se asociaron al fármaco.
La agencia estadounidense del medicamento (FDA) había avanzado los resultados de este controvertido estudio en noviembre, después de que el fabricante de Vioxx (Merck Sharp & Dohme) se viese obligado a retirar mundialmente el fármaco debido a sus problemas cardiovasculares.
En el documento entonces publicado, se estimaba que el medicamento podría haber ocasionado casi 28.000 muertes e infartos de miocardio desde su salida al mercado, en 1999.
Sin embargo, la nueva versión del estudio (que ahora recoge la edición on line de 'The Lancet') da una cifra mucho más elevada. Los autores "estiman que entre 88.000 y 140.000 casos de graves cardiopatías pueden haber sido consecuencia del empleo de rofecoxib en lugar de otro antiinflamatorio no esteroideo sólo en EEUU", resume el editorial que acompaña a este trabajo. Asimismo, los autores consideran que muchos de estos casos fueron "fatales".
El cálculo se extrae de los riesgos cardiovasculares que han sugerido diversos estudios sobre el medicamento retirado. El nuevo trabajo, dirigido por David Graham (funcionario de la Oficina de Seguridad de Medicamentos de la FDA), ha constatado que las personas que estaban tomando rofecoxib tenían 1,34 veces más riesgo de sufrir un problema de este tipo, en comparación con los individuos que habían tomado un analgésico clásico en el pasado.
Asimismo, el trabajo desvela que este riesgo se hacía patente a los tres meses de consumir Vioxx, lo que "es consistente con la idea de que el riesgo empieza pronto con el tratamiento", reza el documento. El estudio que llevó a la retirada mundial de rofecoxib asociaba los riesgos a un consumo durante 18 meses o más, pues ahí fue cuando se hicieron patentes los problemas cardiovasculares.
Graham y su equipo han llegado a estas conclusiones tras revisar los datos de todas las personas adscritas a una aseguradora estadounidense que, entre 1999 y 2001, consumieron antiinflamatorios (tanto los clásicos como los modernos COX-2). Sin embargo, no le ha resultado fácil publicar su investigación.
Un estudio rodeado de controversia
Tras la retirada de Vioxx, Graham preparó un resumen del estudio que fue colgado en la web de la FDA. "Este documento fue preliminar y ha sido una fuente de controversia dentro de la agencia", aclara Graham en el artículo recién recogido en 'The Lancet'.
El investigador ya había solicitado su publicación en 'The Lancet' hace tiempo, pero tuvo que retirar la petición inicial después de que los directivos de la agencia dijesen que no habían recibido la autorización adecuada. Graham les reprochaba su retraso en decidir si aprobaban la publicación del estudio en la revista británica. Al final, los superiores de Graham le dieron permiso a comienzos de este mes.
Críticas a la FDA
Y es que la FDA se ha visto seriamente afectada por el caso Vioxx, acusada de ser incapaz de velar por la seguridad de los consumidores de medicamentos. Así lo deja patente otro editorial publicado hoy, en este caso en la revista 'Archives of Internal Medicine', que también recoge varios estudios sobre los inhibidores de la COX-2. "La estrategia de la agencia para vigilar los fármacos tras su salida al mercado no está funcionando adecuadamente", comenta.

¿Efecto de clase?
Además de las 'deficiencias' de la FDA, el comentario recogido en 'The Lancet' desgrana otras 'lecciones' que es preciso aprender del caso Vioxx, como la necesidad de estudios independientes o el exceso de entusiasmo en torno a las nuevas tecnologías.
"El 'bombo' por la llegada de los 'coxibs' persuadió a muchos especialistas de que debían promocionar promover el empleo de un fármaco que, en Reino Unido, cuesta a las arcas públicas 10 veces más que los antiinflamatorios clásicos", precisa.
La seguridad de los demás 'coxibs' aún no parece aclarada. El estudio de Graham desvela que los usuarios de celecoxib (Celebrex) no tenían un exceso de problemas coronarios. De hecho, los consumidores de rofecoxib tenían un riesgo 1,47 veces (si tomaban una dosis baja) y 3,58 veces mayor (con la dosis alta), en comparación con los consumidores de celecoxib.
Sin embargo, Graham recuerda que un estudio reciente sí ha detectado problemas coronarios con dosis altas de celecoxib. Otros 'coxibs' también han registrado problemas de este tipo, así que estima que "serían útiles datos adicionales de ensayos clínicos [sobre inhibidores de la COX-2] con pacientes con enfermedad cardiovascular".
"Ahora les toca a los fabricantes, bajo la cuidadosa revisión de las autoridades reguladoras, proporcionar la evidencia de que esta clase de fármacos es segura, si es necesario realizando estudios que directamente estudien específicamente su morbilidad cardiovascular", concluye el comentario de 'The Lancet'.